Esta corta ruta recupera un tramo de ferrocarril que quedó fuera de servicio en junio de 2008. Fue ésta una mejora más de una línea que fue puesta en servicio en esa zona (de Alicante a Altea) el 28 de octubre de 1914, teniendo que esperar casi un año más para completar el resto de línea hasta Denia. Se completaba así un dilatadísimo proyecto que arrancaba en 1864, cuando se diseñó un ferrocarril de ancho ibérico. Fueron muchas las ideas y vueltas las que se dieron para una línea litoral, que, desde Altea, atravesaba un territorio terriblemente escarpado que exigió un notable trabajo de construcción de túneles, viaductos y tramos colgados del barranco.

Una línea que finalmente se hizo en ancho métrico, que buscó en Denia conectar con otro ferrocarril de ancho parejo, la línea de Carcaixent a Denia, tramando un continuo de corredor ferroviario ininterrumpido del litoral alicantino y valenciano. Nuestra línea fue explotada desde sus orígenes por la Compañía de los Ferrocarriles Estratégicos y Secundarios de Alicante (ESA), empresa que mantuvo el servicio hasta agosto de 1964. Ese año fue rescatada por la pública Explotación de Ferrocarriles por el Estado (EFE), combinando desde entonces sus servicios con la línea de Carcaixent, ya explotada por EFE desde tiempo atrás. Este empresa se transformó en FEVE en 1965, ente estatal que explotó la línea hasta diciembre de 1986, fecha en que fue transferida a la empresa autonómica FGV.

Bajo esta marca la línea ha ido transformándose, especialmente en su tramo Benidorm-Alicante, con continuas mejoras en clave de tranviarización de sus tramos metropolitanos y la explotación en coordenadas de tren de cercanías del tramo a Benidorm. En este marco de mejoras, en junio de 2008 se puso en servicio un tramo a la entrada de Benidorm que eliminaba un corto sector muy sinuoso, que hoy da asiento a nuestra vía verde.