El recorrido propuesto comienza en la estación de trenes de Alcoi, la ciudad de los puentes, de los Parques Naturales y de las fiestas de Moros y Cristianos. El antiguo trazado del ferrocarril que discurre por la ciudad, de unos 5 km, ha sido rehabilitado con la construcción de una vía ciclopeatonal, es decir como carril bici pero también para uso peatonal.

Así, y con esta grata novedad enfilamos desde la estación enfilamos por el carril bici (y peatonal) dirección este. A unos 400 m nos encontramos con un área de descanso y servicio para ciclistas justo antes de un puente de circulación de vehículos. En este punto el trazado de la vía se divide del eje ciclopeatonal, girando 90º a la derecha para buscar el antiguo puente del ferrocarril y que atraviesa en paralelo al puente viario el barranc del Xorrador. Un túnel nos espera al final del puente, ya iluminado. A la salida del mismo retomamos el eje ciclopeatonal. Superamos por esta ruta otro puente viario que también contiene el vial ciclista sobre el barranc de la Uxola. Seguimos la vía y atravesamos 3 túneles iluminados más para llegar al barrio de Batoi donde este tramo de carril más urbano llega a su fin para adentrarnos de pleno en la vía verde y su entorno más natural. Una pequeña zona de descanso con fuente y mesas marca el inicio de la misma.

Los viaductos del Polop y el barranc de la Batalla

A partir del km. 5 de la ruta la vía verde está habilitada para acceso de personas con movilidad reducida mediante una banda de asfalto en verde, pero también hay que saber que el primer tramo está abierto al tráfico de vecinos que tienen propiedades en esta zona. Iniciamos el recorrido en un bello paraje denominado El Salt que aparece tras el primer túnel, donde encontramos una pequeña fuente. A continuación, atravesamos un viaducto que cruza el río Barchell, un túnel en curva y el viaducto llamado el Puente de las Siete Lunas. La parada en este punto resulta imprescindible pues presenta unas dimensiones que impresionan a los ojos de quien lo contempla: 230 m de longitud y 46 m de altura ofreciendo unas vistas imponentes sobre la localidad Alcoi, el Parque Natural de la Font Roja y el Parque Natural de la Serra de Mariola. Si hay suerte veremos hacer puenting y los más atrevidos quizá hasta se animen.  

Tan lírico nombre tiene un origen muy simple: en esta zona, los ojos de los puentes se denominan lunas siendo en este caso ocho los arcos de hormigón que soportan el tablero del viaducto. El hecho de llamarse puente de las 7 lunas y presentar 8 es debido a una confusión histórica ya que el puente que presenta siete lunas nos espera más adelante entre los túneles largos que atraviesan el Parque Natural de la Font Roja. 

Y tras esta bella obra de fábrica un área de descanso nos aguarda. A lo largo de este tramo podemos observar un paisaje lleno de campos de cultivo y una incipiente vegetación de ribera. La uniformidad de los campos de cebada, trigo y olivos en los terrenos de bancales contrasta sin embargo con las choperas ribereñas. La vía continúa con una suave pendiente donde se van alternando pequeños túneles – todos con iluminación– y zonas con espesa vegetación, hasta que se sale (en el km 13) al polideportivo municipal y a una gran explanada con un área recreativa adjunta. Es un buen momento para reponer fuerzas y descansar, pues hay servicio de bar (excepto los lunes y en agosto) y si se quiere pernoctar, a escasos kilómetros siguiendo la carretera de la Font Roja, hay varias casas rurales.

Hasta llegar a este punto, se habrá realizado un bonito paseo por un precioso trazado en ascenso de ocho kilómetros en el que se va contorneando la ciudad de Alcoi. El polideportivo nos servirá de antesala al paso por el barranc de la Batalla, el cual apenas se llega a ver, ya que se atraviesa por los tres túneles más largos de la línea, casi unidos (dos de ellos tienen 900 y 1.000 m de longitud respectivamente). 

A la salida del primer túnel disponemos de un pequeño mirador con vistas a la Sierra de Mariola y el Castillo de Cocentaina. El segundo tiene una sorprendente ventana en el lateral, que ilumina de modo casi mágico la oscuridad de la caverna ferroviaria. En este momento la vía verde ya transcurre dentro del Parque Natural del Carrascal de la Font Roja a través de estos tres túneles y del viaducto de Sant Antoni, localizado entre dos de los túneles y situado en la umbría de la sierra del mismo nombre perteneciente al Parque Natural. Este altivo viaducto se construyó para salvar el barranco (también de Sant Antoni) que confluye aguas abajo con el barranco de la Batalla, por donde discurre el río Molinar, otro de los afluentes del río Serpis y es el puente que originalmente se denominó de las 7 lunas ya que este sí que las tiene.

En el collado del Malany

Tras el tercer gran túnel, pasado el km 16, la vía verde sale a las tierras altas y llanas al pie del puerto de La Carrasqueta. Otra área de descanso, localizada ya junto a la carretera de Alcoi a Alicante, nos espera a la salida del túnel. A partir de aquí el firme de la vía verde se vuelve de tierra compactada, mientras el paisaje se torna en extensiones agrícolas cultivadas desde tiempos muy remotos por los primeros pobladores de estas tierras, en las que se alternan pequeñas manchas de carrasca. 

Al poco pasamos junto a La Sarga, una pedanía de Jijona o Xixona, cerca del cual hay unas pinturas rupestres muy interesantes, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Esta zona de valle es conocida como La Canal y por la vía podemos encontrar tractores y vehículos dedicados al mantenimiento agrícola. Pasamos por debajo de la carretera N 340 dejando la Masía de La Sínia a la derecha y seguimos en dirección este entre cultivos de cerezos y otros frutales. Pasados 2 km la vía empieza a estrecharse y se convierte en un sendero ya que la plataforma del ferrocarril se encuentra intransitable. Hasta aquí la vía verde acondicionada, pero daremos algunas pistas por si se decide continuar. 

Cuando llevamos 1,5 km, el sendero nos saca a la vía de servicio de la autovía A7 la cual debemos seguir en dirección hacia Ibi. Pasado 1 km vemos un puente sobre esta autovía, puente construido para dar servicio a la vía pecuaria que atraviesa la misma. Por seguridad, tomamos el puente para cambiar de vía de servicio de la zona sur a la zona norte y así continuar la misma hacia Ibi. Nada más dejar el puente pasamos del término municipal de Alcoi al de Ibi. Siguiendo esta vía de servicio llegamos a una rotonda en la cual hay de nuevo acceso directo a la antigua plataforma ferroviaria. Hasta aquí habremos recorrido 20 km. Cabe señalar que en Ibi hay un pequeño tramo acondicionado de 1,5 km como Vía Verde de Ibi coincidente con la Avda. de los Hermanos Grimn y que discurre casi en paralelo a la CV806. Una forma cómoda sin duda de acceder a la ciudad del juguete. 

Desde Ibi y hasta llegar al puerto del Maigmó, donde volvemos a disfrutar de las facilidades y bondades de una vía verde perfectamente acondicionada (Vía Verde del Maigmó) se van alternando (no sin cierta complejidad y dificultad, tanto de continuidad como de pendientes) tramos de la vía de servicio de la autovía con tramos del antiguo trazado ferroviario no acondicionado. En todo momento se debe tener especial precaución y cuidado porque aunque se transita por una vía de servicio bastante ancha (dos carriles de cuatro metros) y con muy poco tráfico, circulan vecinos de las zonas rurales y maquinaria agrícola de las explotaciones colindantes. Por tanto, este espacio de conexión de 33 km entre ambos tramos de vía verde debe enfrentarse con cierta dosis de aventura y preparación física. Como además está cambiando constantemente, a medida que se van recuperando nuevos tramos, dejamos para las pesquisas del intrépido y avezado ciclista o senderista el encuentro de la continuidad de esta ruta hasta la coronación del puerto del Maigmó. Como referencia valga con decir que en su discurrir se pasará por la localidad de Castalla, presidida por su castillo roquero.